DREAM N° 330 PRIVE GOLD
Es una verdadera obra maestra de la perfumería, diseñada para quienes buscan algo excepcional en una fragancia. Este perfume irradia lujo y elegancia, con una composición olfativa que mezcla lo clásico con lo contemporáneo, creando una experiencia sensorial única. Cada nota está diseñada para encantar, atraer y dejar una impresión duradera, haciendo de este perfume una elección impecable para las mujeres que quieren destacarse con refinamiento.

La apertura es una explosión de sofisticación, con notas de rosas que exudan una intensa suavidad floral. La rosa, reconocida como la flor de la feminidad, es la protagonista de esta fragancia, ofreciendo un aroma delicado y atractivo, a la vez que transmite un aire de nobleza y elegancia. Estas notas de rosa no sólo encantan, sino que también crean una base acogedora para la complejidad de las notas siguientes.

En el corazón emerge el pachulí, aportando profundidad y misterio a la fragancia. El pachulí, con su aroma terroso y exótico, le da al perfume una capa de riqueza y sofisticación. Forma un puente perfecto entre las notas florales de la rosa y las notas de fondo más intensas, aportando equilibrio y armonía a la composición olfativa. Esta combinación de rosa y pachulí da como resultado una fragancia cautivadora que se despliega de forma envolvente a medida que el perfume se desarrolla sobre la piel.

La base es realmente fascinante, con incienso y resina de incienso, que añaden una dimensión oriental y misteriosa a la fragancia. Estas notas de fondo le dan al perfume un carácter profundo y espiritual, creando una experiencia olfativa rica y compleja que permanece en la piel durante horas. El incienso, con su calidad ahumada y mística, combina perfectamente con la resina de incienso, un ingrediente tradicionalmente asociado con la meditación y el misticismo, creando una base que es a la vez acogedora e intrigante.

El frasco es un fiel reflejo del lujo de la fragancia que contiene. Con sus líneas elegantes y diseño exclusivo, destaca como un objeto de deseo. El líquido dorado brilla como oro líquido, enfatizando la preciosidad de la fragancia. La estética del frasco es sofisticada y minimalista, convirtiéndolo no sólo en un perfume, sino también en un elemento decorativo que derrocha opulencia y buen gusto.